domingo, 23 de marzo de 2014

Episodio del Gitano






Un navìo.
La pitonisa que al acompañarlo deja
al movimiento como un trance de grandes entrañas
en las venas.

El precipicio de una mano.


Una corriente.
Mas cerca de su vida, la nuestra abre una 
posibilidad donde el viento vuelve
a sacrificarse en la interpretaciòn y es un legado
que no llega de la atmosfera
ni los rieles rosados
donde
la experiencia
camina en su democratica cronologìa de 
un palacio
en las cuales los hombres despiertan
desde sus leprosarios de 
aceite.


Una rosaleda.
Antiguamente hubiera tomado el episodio
del pètalo en su distancia
y en su angustia, reproducido otoños como
lo hace eternamente en 
un giro los circulos
de los animales
gitanos.

Aquellos que rondan la muerte.

Saben bien que es lo ùnico para comprender
la vida



Guillermo paredes

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