jueves, 27 de marzo de 2014

Los Adjetivos de Ella







Duerme sobre un azulejo.
Ha sido vista por un mito, el cual despierta
cada segundo en su cabellera. Tal mito posee
menos edad que sus cabellos, asi que es dificil anidar
en él. Sobre todo cuando no tenemos alas.
Cuando no podemos abstraer el tiempo.

En lo que a mi espìritu concierne conozco
la astracciòn del tiempo segùn la
inpiraciòn y el arte de los
dinosaurios.

Deja pasear su espíritu en el diluvio.

Los tallos que florecen en sus manos
provienen del cretaceo. Creo que hay otro tiempo
en su cuerpo ebrio de volcanes y morgues.

He visto el ascalofrío de las ballenas en su rostro.

Las heridas de un arnes como un verano sexual llegando
con una boina y citando hechos como 
la fobia de los druidas.

En sus ojos se visten de verde los halcones.

Esos ojos donde insurgentemente
los ríos y la sangre convergen buscando una
fragata de cuello.

He leido en su escarcha; un navío con pubis
de altamar es el universo con escalas
de multitudes donde se bañan los presos
y también peces amarillos.

Tiene labios puntiagudos como una fosa.

Lleva fosiles en sus sedimentos donde 
la apariencia deja de ser diamante.

Posee el enfasis del mal en su inocencia y
conoce la metamorfosis de la idolatría.

Ella es un ave de oxigeno planenado debajo
del oceano.

Un mistico fervor de cavernas es toda su
fiebre.

Acontece, representa esas epocas pero apenas
lo intuye, parece que es una especie de sabiduría
después que transgrede los salmos.

Cultiva olores.

Cultiva piedras que resucitan.

Látigos sin fé que se reencarnan.

En un sueño está trazando valles de manzanilla
todavía adheridos a la hiedra.

Ella es una saeta de puñal que desciende
acompañada por las venas de una
eliptica.

Es una superficie. Una coherencia absolutamente
de muerdago que destruirá
los horizontes.

Lleva en sì esa carne que es devorada por el deseo.

Donde el universo muere irremediablente.






Guillermo paredes

1 comentario: