martes, 18 de marzo de 2014
El Navìo Balada de los Sueños
El navìo delinque, eso lo presagia el sueño.
Traversas son de hidrògeno las que cultivan
el sol en su fuego, estrategias que rodeamos
de noche en los sotanos de los orgasmos y
las lanzas; saetas de rochabuses y plexos.
Centellas de postumos alcoholes. La teorìa
del trueno y de los pergaminos cayendo de
la astromelia con un fardo alado.
Edificaciones de escarnio para una raìz en
los nùmeros, velocidad del infiltrado sitiado
en los morteros con parlantes y altavoces de
marzo cumplen entre las feromonas el acto
donde silueteamos. Asi nace una efigie y es
un arrecife interior sin paraderos, un fuste,
un parapente donde el iris y la yesca alzan
el manuscrito que alaba una herradura.
El musculo extiende la vereda con voces de
conjugaciòn y alabastros, como al despedir
en los tejados todas las parades.
En la distancia atisba un parque, una banca
donde lo espera la tierra meticulosa.
Trascendiendo en minusculos follajes donde
el nombre aguarda sòlo la metamorfosis de
la hierba.
Guillermo paredes
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario