martes, 4 de marzo de 2014

La Iniciaciòn y el Eter






Aquì el eter se separò de nosotros 
para crearnos.

-caminaba por el infinito, la providencia-

Buscò las ranuras donde pudieramos seguir 
vibrando como alguna ves lo hicimos en
una ballesta, en un coloquio
de 

Aquì su silueta concertò pàises de atomos
de perlas en el amanecer alimentaban a los perros.
Los perros siempre viajan entre morgues.
Ladran y buscan epifanìas segun las 
astrologias de los horoscopos.
Yo sè que en lo alto hay una carta astral
para cada uno de los hombres.

-ello segùn tambièn la geometrìa-


Y teniamos afrodisiacos e icosaedros.
El nylon del continente al anunciar los
cuadros que la espuma deja entre silenciosas 
fragatas: una habìa arrancado 
a si misma la madera
para dejar ver esos hombres que cantan
aùn despuès de las olas.

- los navìos siempre los cubren-

En ellos la mitologìa acentuaba la historia
de un cerebro, sus eventos de pus
la liturgia de la nausea
o la peste de los milenarios
brotes de puñales
con  que accediò a los misterios.

Sencillamente porque nadie aguarda 
ser un iniciado.

Por màs que nuestros espìritu sueñe
recoger los vidrios y libelulas incrustrados en
cada uno de nosotros.

Durante esos misterios.


Guillermo paredes

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