Operas de ilusiòn

El lienzo deja un pàjaro semejante a la 
escencia.

La luna tiñe de metamorfosis la 
orquidea.

Entre conjuntos indeterminados de sed,
la variedad toma el viento, como un 
metamorfica estrella
escribiendo del hidrògeno.

Asistimos nuevamente al sueño, a la
eclosiòn. 

Al cipres cultivado por el metereologo.

Las cuerdas son ahora de rapiñas
en una historia de ideas epistemologicas sobre
la vanguardia.

Vanguardias de eclipses, de planicies que
por un instante tocan la materia.

Vanguardia golpeandose contra los 
monumentos, llena de catedrales.

Entre la lluvia que cae sobre ella, respiramos
la antiguedad de la esfera, la representaciòn de una 
medalla atravesando silenciosos cleros de espuma
y cuarzos, en estos los tropicos buscan el 
relente, la longitud del genero, la 
biografìa de una peninsula,
bañada de microscopios y citaras
que diseminan particulas de radio y oboe
entre su resplandor.

Todo vuelve a ser austero para reconocerse
en lo urbano.

Todo es como un navegante el migrar 
regresa de arzobispales crispaciones.

La sudestada quiebra silenciosamente el 
lampo.

El norte es un area socio-econòmica de peces
entre equidistancias de 
glaciares...

Donde nuevamente las operas de una 
ilusiòn se encuentran.