domingo, 21 de junio de 2015

Lejano Ambar




La noche se reproduce.

Igual a un lejano domador de
ambar.

Semejante a una estrella de
seis angulos.

Igual a la estela del diamante.

Es corpulento el agua que enumera 
las raices en su corriente; las quimicas
fabricaciones del sudor narran dictaduras y fiebres 
marìtimas en ella.

Toda quiromancia busca un lugar en la noche
para guarecerse y asi seguir
recreandose y recreando.

Tenemos biologìas donde sumamos los barcos 
que llevamos en el pelo a aquellos
que tenemos en la lengua, como 
un fosil probablemete.

-la noche conoce ello-

Tambièn nuestra garganta es la fiebre que ya antes
habìamos soñado.

Parlamentos en el craneo, ponen la nota
antonomàsica de los acertijos.

Tras la barrica un fuselaje es prematuro y 
urbano como todo lo legendario que
hay en el papel; asi cruzamos
la eliptica.

Asi dejamos atras el prefijo dado a la
honda, al andamio, a los jazmines
donde son violetas las
dimensiones 

-que como ahora-

terminan con el dìa.









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