Dimensiones Estéticas

La forma de la desvanecencia.

Ese extraño entendimiento latinoamericano
preguntando en el pétalo por los crucigramas.

Destellos de barcazas, dentro de una abstracción 
como molinos gigantes de alegorías, donde
cada idea al buscar el cielo encontraba su catapulta.

Erupciones de agua que siempre pertenecen
a la nieve.

Objetos que duermen en un canto.

Residencias de cal descubriendo un individuo 
en sus habitaciones, acompañado de una
lechuza y un saurio. Sabiduría del sol en un
viaje empañado por los rieles.

Uno de los sentidos del oceano empieza
a borrarse entre el ingenio de los caminantes,
aquellos consagrados entre envolturas rosadas.

Se diseca un bergatín entre nebulosas de
arreboles. Un espejo cuida el grito de las aspas y
lo hace entre ceremonias de camisas y poleas,
con ficus que pertenecen a una epoca
donde el aire tocaba en todas las 
puertas vulnerable.

Muelles donde el idilio caminaba al
pie de una efigie, al pie de un paso desmedido
en un ritual de piedras; uno que era
como una prodigiosa leyenda de la belleza
en los bucles.

-nosotros buscamos siempre en su definición-

En sus arcos dirigiendonos inevitablemente
a sus dimensiones estéticas.