viernes, 12 de junio de 2015

El Leopardo al Percibir la Arena





El lenguaje se encontraba en una
mandibula.

Ambicionaba los telegramas que
llevaban las gaviotas.

Soñaba con las letras que sobreviven
en un himno.

Dormìa en los maquillajes de
los armatostes.

Se agitaba igual que un leopardo al
percibir la arena.

Invisible como todo genesis.

Idolatra como un deuteronomio en
la libertad o condena de los desiertos.

Buscaba edades de niebla que 
fueran enarboladas.

Autarquìas y grasas que sòlo en el
interior del aceite ofrece el nihilismo.

-uno poètico, sin duda-

El lenguaje caminaba por el helio con sentencias
tensadas por el pavor y las flautas.

Te mostraba un universo de
conmociòn en todos los ferrocarriles.

El lenguaje arrastraba ruinas de
semiologos.

En cada oraciòn que bajaba por
las escaleras barajaba una laguna
hipodermica.

El contraste de una linterna en 
la corona del alfiler le pertenecìan.

El lenguaje se volvìa a encontrar
con un leopardo.

-aconteciò de noche-

Lo hizo para percibir la arena.







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