jueves, 4 de junio de 2015
El Color de las Palabras
De aquella atmosfera en la piel, queda la piel.
De aquella atmosfera sobre el devenir, sonrien
los dinosaurios, sorprendidos por
lamparas y linternas que buscan sus trayectorias.
Relieves que uniformemente despegan de sus
formas.
Astronautas que por primera vez llegan a la silaba.
Entiendo mejor la oraciòn esta noche, en que
los bùhos son condenados debajo de
los puentes y un paquidermo atado a los sufijos
es la imagen que sigue a un aguila de verde
agua y amarillo, cavilando repentinamente en
los trenes.
Surge el velo expedicionario de lo invisible.
La feria de la lluvia entre hipotèticos
paises.
Paìses de insomnio dicta el mar.
Paìses sin estrellas escribirà el làtigo.
Empero, nosotros despuès de haber cruzado
tantas raices, guardaremos una palabra menos
para tocar el horizonte,
una palabra menos que extenderà los oràculos
y lo remoto,
una que diariamente representarà el color del
himno en los papeles rojos.
Esos que atraviesan las venas y la piel para
convertirse en palabras.
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