miércoles, 4 de noviembre de 2015

Subjuntivo de la Belleza




La belleza es un cuerpo.
Un balcòn de agua sangrando de
tibieza es una ciudad. La belleza es una
calle con viudas de papel que dan la 
bienvenida a un espejo.

Rediles sobre refriegas estrellando sus
animales de cera en una oraciòn de vidrio.
Presagios son de noche para los tallos.

Escencias de duques sobre un mar de salitre
o esas condecoraciones a la lluvia en un alto precipicio
de halcones. Sintomas de sol entre rostros de
ensueño, colores e intervenciones golpeandose
en la parte de una coraza, donde se ciñe
al hierro el cuero de una greva.

La belleza es la nieve.
Imita a los cuerpos hasta completar la huida en un
latido inedito de candelabros.

La belleza es una tos en conjunto. Una propiedad
de la selva en las raices. Una gripe dogmatica.

-yo podrìa ser uno de sus subjuntivos-

Majestades y nombres de candiles. Solitarios
inviernos bajo una lluvia de botones; en uno de ellos
la luna y la liana son de cuarzo.

Demiurgico el papel del soplo. Estelar el atajo al
infinito de hierba.

La belleza es un cuerpo. Una estaciòn. No asi el
invierno con que la memoria recuerda en esta mañana
sus imagenes.










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