lunes, 30 de noviembre de 2015
La Palabra en la Aurora
La palabra està en la aurora.
En alguno de los puentes del agua.
Despuès de no sè cuantos meses llego a ella.
Despuès de no sè cuantos periodos al dictado
de sus barcos. A los espejos que recorren
de noche su soledad.
A sus imanes.
El verbo la forma en alguna de todas nuestras
ceremonias. El verbo que fija colinas en
un sello de maderas. En un
sacrificio de selvas. En la naturaleza del iridio
lleno de limites y fronteras donde el espacio libera
en una libelula, erotismo.
Pero no toda libelula llega al erotismo.
Algunas desprenden sensualidad de sus cabellos.
Algunas rasgan los astros.
Hay aquellas que sienten que lo inasible es todo
lo que vamos a vivir.
Lo ùltimo es como existir en un campamento.
Lo ùltimo es como poseer lo postrero de
una ballena que se pudre en los
muelles acompañada de un cirro. De eso
que a veces podemos llamar alabastro.
Conjunto de pasas o boinas en
la ilusiòn de un paredòn
donde forzamos con
las fuerzas que nos quedan un asteroide,
una selva de espirales que presagian.
Una rampla sin vocear por
los rituales.
La palabra està en la aurora lo cual significa que
es una rama. Ha seguido a todas partes a una copia.
Ha digerido las muñecas que deforman el oido
de los trenes.
Por lo demàs hay algo absoluto que canta en
todos los vagones del mundo.
Pero yo no sè que es.
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