martes, 10 de noviembre de 2015
Los Relojes que Poseen un Cabello
Los relojes poseen un cabello. Tambièn
un caballo. Hasta un equilatero o una forma de brillo
de manera longitudinal buscando constelaciones.
Pero en escencia, los relojes poseen un caballo.
La puerta de la espuma se cierra abriendose
otra.
Las bandadas colocan su vuelo y el sonido de ese
vuelo en el cielo.
La astrologìa responde a un hombre sentado de noche
frente al oceano. Los edificios de una ciudad son tambièn
el reflejo de ese oceano y de algun astro a la deriva en
el infinito.
Algunos lo sabemos.
Los relojes y seguramente la penumbra juega con la brisa
ahora que cerramos los ojos. El escarpin de un grito es terrenal
y posase sobre una efigie.
Canta la palabra ungida por alfabetos con jardines
de leche.
Escribimos sobre ese oceano y ese reloj que posee un
cabello. Intentamos hacerlo de manera que no sòlo la apariencia
pertenezca a este mundo. Intentamos hacerlo de manera
que la mente de un dromedario sea a la vez un jabalì.
Intentamos.
De que todas las palabras sean cometas.
De que esas palabras en su naturaleza de cometa puedan
confundirse con todas las cosas de la tierra.
Intentamos ser boreales como un àtomo.
O simplemente caminar. Caminar.
Y poseer igual que los relojes, un cabello.
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