viernes, 7 de noviembre de 2014

Poeticidad del Jaguar






El poema nos habla del jaguar.
Del escrito en la individualidad del geranio.
De los mensajes verdes de la anatomìa.
El poema oye entre las plastilinas, catapultas.
El poema es desasido ante pedazos de oido.
Respira extrañamente antinomias.
Surca limones en un dìa absoluto.
Llega a la interpretacion con focas marchitas.
Es una especulaciòn llena de balsas.
Habla de celulas y de gavieros.
No es espectacular, no trae a la tierra como
quisieramos todos, pedazos de goma.
Es silencioso como un episodio inmediato.
Posee hierros ensartados por la ingenierìa.
Es estadio de gosnez bilaterales.
Proporciona historias de madera con el objetivo
que los alfileres de una acupuntura sean siendo
salmos en la misma.
Acaricia plasticos del mastil.
Camina a la palabra siempre y cuando esta haya 
dirigidose al objeto. Libera virreyes
de las conjunciones del los astros.
-no sabemos de cuales-
Camina melancolico entre inflexiones de arcas.
Prensa kerosiente y polietileno como 
un sobreviviente.
El poema no es siempe pluscuampecto, pero 
nunca lo seguimos conjugando.
Tienes àrboles con frutos de mandarina
y tambièn de uvas.
El poema es una equitaciòn con pergaminos
de aceite.
Tiene propulsiones a gas en una ilusiòn.
Y en otra accede a manadas de escarabajos
porque de una u otra menera el poema
sòlo vive en los tiempos de brillos
màs ocultos dela tierra.
En ese lugar donde la poesìa camina un
poco màs para formar sus raices.





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