viernes, 21 de noviembre de 2014
Arena
Alguna ola muere ante nuestros ojos. Es triste que ese
sea el destino de ella en nuestra mirada, lamentable que no
continue su camino mas allà de la orilla; Orilla que nuestras sienes
construyen inutilmente como un puerto. Sin embargo el mar percibe que
ello es asi, que dìa alguno sucederà. Y a pesar de
que infinitas playas detendràn las olas, el oceano
continua arrojàndolas.
Por algo será dice el azul.
A esa conclusión llegan los pièlagos.
Al ver dormidos a los hombres en la arena.
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