viernes, 14 de noviembre de 2014

Inspiraciòn







Te iba a esperar con la escritura del arbol
pero habìa una boca en tu pecho.

Estaba allì como algo sucede inevitablemente
en las cosas.

Tener una lengua en el pecho semeja algo
como el fondo de los prioratos.

Tal boca llevaba un diario y ocasionalmente 
un niño.

Te aguardarìa como las cosas inocentes 
aguardan la inspiraciòn.

Repetirìa en mi espìritu los objetos de los cuales
estàn hechos mis abismos.

Yo tengo mas de uno para no precipitarme 
sobre la vida.

Conozco muchos acantilados, pero lo ùnico que
seduce y sacude es la idea de caer en el
interior de los nuestros.

Asi nadie puede tomarnos en la caida.

Y alma alguna podrìa recogernos.





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