martes, 11 de noviembre de 2014
Hermètico el Eco
Hermètico el eco, la poesìa del lunar, el
ruido del sonido al evaporarse, la culata
del pez en una huida de ciclos con elefantes
y misticos gladiolos radioactivos. Tirano el
eje ilusionado del vacìo. La noche casta del
velamen con aerodromos llenos de iris y
pupilas; serenamente entrando al silencio
entre voces que ayer desconocìamos. Y la
casa; mi casa de liebres donde jamàs vì
un dromedario o mi reclamo de plastico
entre los albergues, donde la asonada era
de platino y de helio...Hermètico; como
la lectura del polen ahora que el trigo es
virgen y lejano, hoy que para reconocer
pisamos recorridos, helicopteros de sed
y los cirios y las peliculas selladas de las
tumbas...Sì, como cualquier historìa que
reproduce el sonido atravesando labores
de residuos o bàculos que llenan el mar
del poder en algo llamado arrecifes: raices
legendarias de sol que eran tinieblas; planos
fantasmagòricos de ruidiosos manantiales,
quiromancia que identificaba la belleza
con la orgìa. Luego el lago, el aliento donde
la divinidad escarchaba su pureza, hasta
un don que los siglos adivinaban entre
tantas reencarnaciones; su nombre era
era el de dioses: una forma que la razòn
aprisiono entre cantos de eslabones. Sin
saber que lo mismo harìa la poesìa.
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