domingo, 31 de julio de 2016
Llegada Mitologica a las Imagenes
Hundiendose como una boca de platino cerca
de un silencio de hogueras.
En el equinoccio que llega desde una lampara
suspendida por latigos de vidrio en el
viento.
En los conjuntos satinados de iridio
y una razon en la imaginacion errante como
un bucle.
O la apariencia donde los animales
confunden sus reliquias entre inmensos
silogismos de madera.
Alada o sutil como el vuelo de una mariposa
en los venenos, cuando los colores anuncian
marchas de encantamiento
en el verbo y los colores de las utopias.
Como un nucleo donde la piedra y lo vertiginoso
son complices de los telescopios.
Y el rigor de la lluvia empieza a caer por la
tarde mostrando sus sotanos.
Y el rigor de un crepusculo en esa tarde
empieza a colocar sus paradojas de luz en esos
sotanos.
Muy cerca de los dageurrotipos y los barcos
que son elevados a la copa de un cipres por las
rafagas.
En las transfiguraciones.
En las reencarnaciones que pierden su pelo o
su boca.
En los huesos descolgandose de la luna.
Entre la vida adherida a los opalos por donde
seguramente hallaras los pronombres de los vilos.
Hundiendose entre tropos con sonidos de
falanges y grevas incendiandose en el pelo hasta
la llegada de los mitos.
En la saliva de los antepasados pronunciando
los nombres del aerosol y uno que otro himno que
repta entre los horizontes.
En las nupcias remotas de los bosques
cuando los prados son unidos por fragmentos de
menguantes o partes de nieve llena de vocales
y dirigibles.
De espiritus que trafican con el transito de espejos
o criaturas de leche.
Bajo pleonasmos de un luz marron donde
nacen los heteronimos.
En la huella.
En el cuerpo que la dilata en su sombra.
Y en las partes donde el sol alcanza de noche la
orilla.
Mostrando un antilope.
Ofreciendo nada mas que iguanas.
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