jueves, 28 de julio de 2016

La Ciudad en un Azul





Existe una ciudad de relojes al borde de la 
tarde. Una ciudad con ceremonias teñidas de verde.

En sus ventanas y puertas vagan los
sacrificios y las armonìas, tambièn los centros 
amarillos de un pendiente con su hilo en la proa de
la una mesa.

En sus cristales son conjurados los nùmeros
y los resortes. En sus calles las avispas interpretan
las escamas que devoran los sueños.

Invocaciones o historias en ella de 
platinos que sueñan. De tejidos que
aguardan narraciones de aletas.

Ciudad que creciò entre sortijas de mercurio.
Que hablò de las mejillas a las cosas y los objetos
arañando al mediodìa edificios de carne.

Una ciudad que toca las dunas en las plagas
de una efigie, ensortijada en una grieta
donde lo ùnico que cabe es una orilla de carbòn 
celeste.

Dormida en la experiencia de un titulo vacìo.
Anhelada en los crepùsculos por las caravanas 
en el cielo. Totalmente ignota entre sus
reencarnaciones.

Una ciudad que ha escrito de la noche
despuès que los circulos arrasaran los epiteleos
y las lluvias de metal en una supersticiòn donde
despertaban los espejismos.

Una que que despierta lejos de si misma
intentando saber que cosas escribe en la distancia
lo remoto.

-cosa una y otra vez inutil y sagrada-

Llena de objetos que despuès de haber sido
tocados por el azul, parecen màs azules. 




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