viernes, 8 de julio de 2016

Circuitos de Arena






He visto partir objetos entre los relampagos
y los maleficios, justo en la hora dorada de las sienes
y el asunto espiralado de las penìnsulas.

Incluso mirè el hallazgo de la mente, en nupcias
de àrboles que extasiados por la corriente
dejaban a la electricidad formar las mancias que
rodean un astro en alguno de 
sus pensamientos. En sòlo una de sus
abstracciones.

-ellas han intuido igual que una dimensiòn, se 
escribìa-

Pero...Què es una dimensiòn en los veleros de
las abstracciones. En los rituales de un
poema.

Sè por las bengalas que los tigres
buscan el sueño entre las enciclopedias y para ello
-en primer lugar- abortan sus analogìas
y algunos puestos cetrinos de sus metàforas.
De sus circuitos de arena.

El canto transparente y extraño de sus eslabones.
Los cauces en el pelo y los opuestos que forman
una expresiòn parecida a los racimos.

He alcanzado una manzana en su color alimentado
por una ventana roja, cuya ilusiòn era llegar a una 
educaciòn de elixires
alejandose de las garrochas.

Vì el astro tocar el pubis de alguna profecìa dotada
por memorias de diàsporas. Observè
los elementos colgados en un semàforo
donde las olas reconocìan un protocolo de
minaretes.

El sueño de un niño batiendose en un insomnio lleno
de alfabetos o aquello que llamado realidad entre
los relieves.

La continuidad del estandarte ascendiendo entre
compromisos de uvas.

He visto el poniente en las mareas igual a un
torpor donde los pelicanos huyen hacia los sistemas.

Hacia las anclas.

En un universo de galerìas donde aquello llamado
poesìa busca enlaces con las entrañas de este tiempo.

Entre sobrenaturales galeras que portan las
maderas del espacio.

He visto el conocimiento partir desde los espigones.

Semejante a un objeto poetico que oprime un
tallo.

Un tallo que sòlo en ocasiones alcanza lo verosimil.

Y la tragedia en el fondo de la poesìa, lo observa.







No hay comentarios:

Publicar un comentario