lunes, 4 de julio de 2016

Los Misteriosos Pliegues






El dìa es diferente.
No sè si por sus pròlogos, tampoco sè si lo es
por sus ramas o xilografìas. Por los
tempanos que el otoño dejò colgado en algun cachorro
o las gnosis a las que cedì hace siglos
suspendido en una mascara adolescente, liberada
de las idolatrìas y las naranjas.

Pero eso es mentira. He nacido y morirè idolatra.
Bien colgado de mis techos y mis arañas.
Escuchando en cada soplo de mi corazòn nada màs
que recorridos de adioses.
Tumbado en el suelo con esta mirada a veces en el
cielo -asi hubiera querido vivir siempre- Imitando a los òpalos
y las lechuzas. Buscando murcielagos en cada 
tarde, cuando bien sabido es, que ellos recurren a la
existencia por la noche y los amaneceres.

El dìa es diferente.
Tù lo sabes, tù que tejes y tambièn sudas.
Que recorres la fiebre o que esperas la llegada de un 
escalofrìo.
Que abres una hoja e inscrustas esas palabras que
a esta hora de tu vida -habràs ya descubierto- no son màs
que un todavìa, un aunque, un eterno hasta pronto
con el saludo de una cobra.

No sè si lo es por los vastos hormigueros en la apariencia
de la realidad. No sè si por las jaulas donde duermen 
en un huevo los pumas o las escenografìas de un
lumen continuo que enumera las bocas
en una ensenada de carbones
y barbas
con plazos y recorridos. Pero este dìa es diferente.

No sè si por su temperatura.
Por sus grados atomicos en alguna parte de las colinas
donde nacen los nucleos o los recorridos
de los plasmas con acentos
que casi son 
siluetas de ferrocarriles buscando desesperadamente
su percusiòn en una trinchera edificada por
los cometas.

Entre opuestos buscando acidos en las sacudidas de 
los labios cuando algo mucho menos profetico que la palabra
quiebra la realidad de las mismas entre los sonidos.

Para que inutilmente entre los objetos, se desvanezca
una y otra vez alguna estrella.

El dìa es dìa es diferente.
No sòlo por la estrella entre las cosas y plenilunios.
No sòlo por la hojarasca cuya voluntad lleva las reminiscencias
de una casa tomada de noche por la penumbra de los
idilios y los dramas.

Junto a muchos candados.

Junto a muchos candados llenos de puentes.

Y misteriosos pliegues.











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