martes, 13 de mayo de 2014
Tacto de Nitrógeno
Soy conciente de este plano.
De la noche o el día para actuar en él.
De mi vida a plazos.
Para aquello encerrado en tal plano
soy una conciencia.
De alguna forma nos separamos al
definirnos.
También es importante reconocer que
soy una superficie.
Que las palabras escritas son por regla
de color negro y se desnudan.
Que particularmente lo único que hago
es escarbar en el cemento a punta
de botines y saliva.
Me alimento de huesos si es que puedo.
Conciente, soy conciente de esta tregua
que pierde a cada segundo en esa ruleta
consigo misma.
De las tantas contradicciones o algas
de mi humero.
Del servicio de alcantarillado y electricidad
llegando semejante a un navío
de nervios a mi casa.
Del espejo y alfeizar que un grano arrastra
sin fundamentos por un hechizo de
colores.
De mi corporeidad y morteros.
Del demonio acantonado en los reptiles.
Ese que anhelo cada noche.
Una que posea tacto de nitrógeno y llegue también
a la sensibilidad.
Guillermo Paredes
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