lunes, 13 de junio de 2016
Una Hoja
Si poseo una hoja es para inventar este otoño.
Para dormir en uno de sus fuselajes o escribir
a las siluetas que en el amanecer
se difuminan como efigies. Si poseo
es para caminar sobre las cenizas de los pinos
-probablemente hermeticos en un salòn de
aceite- donde los manuscritos se agitan
a la llegada del alba, como perdigones.
Y lo creo.
Lo creo tanto asi que dejo los relieves para
las estampidas, donde se descifran
grabados de arena y las manifestaciones son
sacrificadas entre agujas por la noche,
mientras los escalpelos rondan
las orillas.
Pero aqui hay una hoja que poseo o habito. En
uno de sus lunares estàn los semidioses hablando con
los husares.
Millones de pàjaros estàn plegados
a las sombras de aquellos semidioses y husares
para oir en sus palabras. Mi corazòn tambièn
lo ha hecho. Todo es infructuoso o
amarillo como un desembarco.
Si poseo un lenguaje es para recordarme que
no es un absoluto, por màs que cuelgue una herradura
en sus volcanes.
Si poseo uno es para seguir a los crateres en
los interiores de la luna.
En las inmediaciones que dan forma a los
astros en una fotografìa.
Rasgando -rasgando siempre- el vuelo
de los dirigibles y los ecos.
Si existe un lenguaje no es para quitarle
un aviòn a los bufalos que se acomodan entre
el granizo.
Es sòlo para llegar a las fronteras.
Sin poder alimentarme en ellas.
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