martes, 7 de junio de 2016
Civilizaciones de Aves
Mi casa es de aceite.
No tengo nada contra ella, pero a veces pienso
en que debiò haber crecido entre parpados
y tallos. Eso alejarìa la visiòn de una
casa con paredes y suelos
de aceite. Pero, en què la convertirìa.
Asi tal cosa es imposible.
Y en mi casa sòlo hay lunas y adobes para
edificar supersticiones que por la mañana recogen
los buhos.
En sus habitaciones sòlo existen
rasgos donde un periodico examina
carbones, como si ello
fuera un objeto
màs
perteneciente a una historia, donde se abandona
el conocimiento de una civilizaciòn
con garfios en el rostro
e inmensas industrias quemando fosiles y se elige
aquella cuyos similes se asemejan al
estro en un instante ebrio de fosforescencia en
sus pètalos.
En sus superficies donde los motines se parecen
al hambre.
En sus suburbios donde el origen del oceano puede
ser marginal como un àrbol.
-todo àrbol lo es-
En sus copas, civilizaciones de aves existen
decapitandose.
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