lunes, 20 de junio de 2016
En Alguno de Esos Astros
En alguno de esos astros hay algo como la nieve.
Hay -tambièn- algunas temporadas semejantes o
parecidas a las tardes. En alguna de esas cosas que
veo hay reproducciones. Esferas de cadaveres e
himnos que atraviesan una pupila como ahora. Lo
digo por esas pupilas de un ser posado a una
determinada distancia: las
acompañan una herida.
-toda pupila se jacta de serlo si lleva una herida-
Determinado o determinante tambièn es el frìo, es
como un objeto azul incandescente. Yo pienso que
no deberìa ser incandescente.
Pero las cosas son semejantes a brillos o estertores,
a una voz de petroleo que se queda dormida, a las
antiguas cadencias donde un patrimonio de alfileres
con cintas y antepasados inspirados por un
encarnizado violeta, pronuncia su nombre.
Yo pienso en esos astros donde se agita algo como la
nieve. Pienso en sus panoramas llenos de antepasados
con iras de violetas. En sus temporadas con grillos
avanzando entre jueces, con una mirada màs -acaso-
que lleva hacia la piel un molino.
Pienso en el espacio preciso que toman los astros para
crear sus espacios. Espacio que embarran de figuras
el infinito -algunas seràn constelaciones- asi adoptan
-sin buscarlo- el caracter de un limite.
De una frontera.
De la piel que es un rasgo o una bicicleta rodeada por la
lluvia en la mañana, en medio de bolicheras errantes donde
nace una campana de sodio.
En alguno de esos astros hay algo como la nieve que sin
haber conocido este parque, volverà a patinar.
Que sin haberse alimentando de hojas, comprenderà
las palabras que le han sido vedadas.
Los patios, los desprecios, los camellos que esta dìa dirigen
el espìritu a una conmociòn duradera como la soledad.
Una conmociòn que a cada instante cierra sus ojos para
que no veamos nada.
Una sacudidad absoluta donde la lucidez olvida
la razòn.
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