miércoles, 3 de febrero de 2016
Poema
Pàjaros semicilindricos a lo largo de un tallo
con artificiales hemisferios
en los cuales el destello del meandro surgiò
en toda la extensiòn de una cucaracha de seda.
Pàjaros llevando versiones antiguas del piano
y una mosca. Versiones màs antiguas que el calor
y las celulas de los apostolados.
Poemas de verdes encrucijadas, entre oceanos
de plasma donde se ahogaba la oscuridad de los relojes.
Ciclos para este verano de tazas. De prolegomenos y
diafragmas, tomados como el equilibrio de un tono
bajo una luz dispersa.
Vuelos en ellos bajo una nube
o la vida de los ciclos en las urnas y los limites
donde empieza a crecer como un espectro
esa gaviota.
Pàjaros que cuelgan en sus alas como pendientes
estrellas caidas del universo. Animales que de alguna
forma fueron destinados a los hombres.
A pique siempre para que sòlo el zumbido del
aire escarbe en ellos.
Algunos ditados de diluvios y escombros.
Otros reconociendo las propiedades de los arreboles.
Siempre perpetuando el sueño de un ser
en la playa.
Un pàjaro y un ser tambièn semicilindrico.
Llenos de caracoles en sus brazos.
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