lunes, 29 de febrero de 2016
Los Ciclos Lacrimógenos
La hoja teñida de puntos infinitos como
el papel.
Maniobras silueteando desde un empirico
con melodías inmediatas, llenas de silencios como
los suburbios, llenas de espíritu como el hamb re.
-asi es como recuerdo las bacilicas-
Recreos de un aguila en el pelo
cubierta además por limones que inspiran
el conocimiento de un ciclo lacrimogeno.
Fabulas de homogeneos universos.
Recogiendose desde las veletas del sonido
entre pliegues que eran el horizonte.
Canteras de soplos entre el azogue
donde los sueños dibujan sus propias agujas.
Elementos de grises atmosferas para los paises
donde los estandartes iluminan a veces el torpor
y las cenizas.
Violetas palmetas en el alma.
Historias de truenos en la idolatría, con un
relampago arando en los parques semejantes de
la hierba.
Orientaciones de tejidos en una duna
imitandose entre hechos que desarrollaron un
lingote de precipicio en la piel.
Linternas que cubren de helices
las bancas de un parque sumergido.
Límites de un sol en los craneos
cuando las mariposas
ondean en los tridentes del halo.
Limites manufacturados por los huesos
de una efigie
durmiendo en los veranos de los eclipses.
Colonías de un oceano entre astrologías
que encuentran sus constelaciones en los precipicios.
Ardientes memorias de racimo siempre.
Cuyos instantes vuelven a ser siempre
el origen de una pregunta en las figuras.
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