viernes, 4 de diciembre de 2015
Sociedades de Nieve
El lenguaje regresa a un ojo.
Libera el crepúsculo del poniente hasta encontrarlo
en su metamorfosis.
Medita en la cera.
Camina de noche hasta la llegada de los barcos.
Se ensortija.
Crea novedades de electricidad y rapiña. Resiste en
los cordeles de la mano de un buho. Da de beber al elixir
y los paraguas
El lenguaje es un rastreo digital. Un quirófano. Una hoja
mostrando sus palabras aún debajo del agua.
El lenguaje es un parpado.
Una mandibula.
Un brillo desde lejos alimentandose de huellas que nosotros
mismos hemos dejado.
Es una habitción con niveles profanos.
Una estela sin vanguardias.
Un rostro de agujas en el interior de una celula.
Una casa donde los alevines se oprimen entre mastodontes.
El lenguaje ingresa a un siglo desde la historia de su
miscelanea.
Es una posibilidad de la nieve. El lenguaje encapsula.
Busca el ritmo de los truenos en un copo.
Escribe en un arpa aquello que la alborada ciñe en los
tropicos.
Regresa a una sacudida.
Se hace heterodoxo.
El lenguaje vuelve al himno buscando los tallos de su
pubis.
Medita en los himenes.
Hunde en la superficie de los oceanos sus relieves.
Es no sólo una noción.
Decapita ciudades.
El lenguaje determina por la noche cual es la puerta
por la cual ingresaran los sabuesos.
Los mismos que en la soledad de nuestra mesa
crearán sus sociedades de nieve.
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