jueves, 31 de diciembre de 2015
La Sexualidad del Pez
Conozco un poco de este sueño.
La sexualidad del pez en la arena es de mercurio.
La imagen que coloca primero el mundo en sus raices gelatinosas
es de ceniza.
Sè de esa vida de exorcismos pero no en absoluto.
-hay una flor que quema la arena-
Del volumen del desasimiento ahora que la espuma
acaricia esa roca. De una forma de tea. De una conjetura de velas
reencarnandose en una ojera donde los timpanos
capean una palabra. Donde una embestida
retira las encias de los prismas.
Recreanse brillos en la casa donde otros equilibrios
rasgaron los sentidos buscando un verbo. Una motocicleta
igual al mundo que no fuera diferente. Que siga pareciendose
en todos sus fantasmas y velos a este. Una plaza
relativa al ozono en los dientes que desplegara otras ruecas.
Una luna inmediata en el cuerpo.
Y entonces el sueño.
Un caso en el tiempo donde las lluvias se levantan al
final de un herradura con el significado de un golpe rosado
en los muelles.
En los molinos donde las helices provienen de los
astilleros y no de las hogueras de maiz.
De una muralla de carne en el peciolo.
De una existencia que damos a los trenes con periodos
de astronomìas violaceas.
Imaginadas por muchas palabras en una sola.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario