domingo, 13 de diciembre de 2015

Poema





Habìa escrito en una estela de la brisa.
Junto a una marea donde el bàculo quedaba
incrustado. Tenìa un rostro en el pavimento
y un evento como el resplandor del horizonte
cuando existe un parpadeo y las aspas de los molinos
se levantan en el interior de las dagas.

Dìas de juicios como de entrañas.
Palabras que asolan el mar ahora que una luz
se abre paso entre peces. Feretros de caracoles
en un puerto, tensados sobre el brillo las primeras
cadenas hechas de aire, de motocicletas y
lamparas por las cuales se arrastra un ofertorio.

Lineas de llaves y piedras como en un arnes ideològico.
Plantaciones de espuma sobre la ilusiòn de una medula
escalada por una agitaciòn, donde los nombres 
colocan en las uñas las silabas de sus
catalinas.

Dìas y lineas donde encontrar esa soledad que da a los
nombres el encuentro con un siguiente neologismo. La lluvia
con una mañana llena de venenos en que las criaturas son
consagradas a una parimavera como las escamas
o el reloj donde el escalofrìo consume hasta la
llegada del verano un conjunto de encias o un escrito que
ya sin basarse en los ejemplos, camina por las escaleras
con su ùnico pleonasmo.

Aquel que en el amanecer origina una curva.









No hay comentarios:

Publicar un comentario