jueves, 24 de diciembre de 2015
Cautiverio
Un animal sigue a otro en una diagonal.
Hacen esto dìa y noche para no ser liberados.
Asi llegan al equilibrio.
Asi llegan a una mancha de agua en la muralla.
Al papel que se agita junto a un grito.
Un poco màs allà, las iglesias siguen en esta mañana
a las cùpulas.
Poseen una mitografìa de vagòn en los dientes.
Instruyen vertigos cuya duraciòn es la vida de un onomastico,
de un sonar en la arena.
Resucitan los ojos de la madera a pesar del oleaje
en contra de los ministerios.
Llaman a los hombres desde una historia enigmatica.
Pero dos animales se siguen.
Han pensado en los volumenes. Han dormido un
espacio al lado de si mismos.
-justo cuando podìan alcanzarse-
Sòlo asi es posible la continuidad de este cautiverio.
Esta forma de fotografìa en el anden.
Este corolario fusiforme.
Y pienso en ello
-cada vez màs-
lleno de jeroglificos.
Yo medito en aquellos animales que se distancian
pero desde un solo cuerpo.
Uno que la ilusiòn del movimiento separa.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario