sábado, 19 de diciembre de 2015

Existe un Nombre





Existe el nombre de una palabra.
No es la misma que busca en la marea los
significados prohibidos.

Tampoco es la habitaciòn donde empieza el
pulmòn o el respiro.

No es la casa de animales perdiendose en un
reloj de amapolas.

No el atardecer a quemarropa ni el juicio de una
calle sobrevolando el mundo desde las alas de las
mariposas.

Existe un nombre y no es un papagayo. Ni el origen
donde los limites colocan sus verbos, de manera inedita y
fugaz como sucede en un capitulo.

Todos los adjetivos poseen una naturaleza en èl hasta
que el tiempo vuelve a humedecerse.

Todos los campanarios se transforman en cùpulas en èl
si la voluntad de una melodìa lo decide.

Un nombre que es ajeno y propio.
Lleno de diccionarios y escenas. Antiguo como un
ojo entre su iridiscencia.

Es un nombre. Guarda el presente de una pua en sus
suicidas.

Se dedica por la noche a escribir en su espìritu, adjetivos
propios de las algas.

Despierta regueros tanto como tornasoles.

Existe una palabra y para alguno de nosotros sòlo es el
origen del mal en las dinastìas del barro.

Donde se ahogan en el fosforo los peces.







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