lunes, 9 de marzo de 2015
La Idea del Movimiento al Ovalarse
Pronto serà una hora diferente.
Vivirè perplejamente para decidir.
Escribirè segùn las oscilaciones que pueblan
los trances para elegir.
Despertarè en el orden de los cometas.
Al despertar, el verano habrà pasado y tendrè a
la nieve derritiendose en el calor de mis parpados.
Habrà un himno diferente para todo lo que
resta de sensibilidad.
Ubicarè el lugar incognoscible del jaguar.
El entendimiento de mi corazòn poseerà una
conciencia diferente al caminar por la arena y no
dirè lo mismo del oceano debido al don de
la cualidad, a la naturaleza
del caràcter en las cosas que veo.
Tendrè una distinta ontologìa del ser para amarrar la
hierba. Descubrirè otra interpretaciòn para la
silueta de algo, mientras los pàjaras -cada uno- abrazan
su respectiva reliquia, mientras el silencio
trae movimientos como la caida del
arrobo en el hexàgono o el brillo
que muere del prisma en un
poligono.
Reconocerè el entendimiento.
Serà como un àtomo que libera la poesìa de su
maleficio sòlo para entregarla a otro.
Reconocerè el nùmero de las estrellas en el
infinito sin necesidad de la intuiciòn.
Comprenderè los cadaveres del polen por la
intensidad de la hierba en el aire.
Todo serà una obra elemental de algùn obelisco.
La obra de una jabalina que abandona
una idea mientras ovala la figura de su movimiento
en el aire.
Antes de dormir en otro cuerpo.
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