miércoles, 11 de marzo de 2015
El Violeta del Aire
Oigo el aire.
La estaca en él sorprendiéndose de los
violetas.
El hecho del purpura sobre las manos de
un demiurgo, contando en el amanecer los papeles.
También los tallos.
Y entre tantos soplos de purpura
veo el aire.
Conserva la rafaga de un interior.
Relaciona los ojos y la fiebre, despunta hacia
los signos de una liebre junto al
escarpado y detiene las raices que duermen
sobre una temporada de muelles
donde el hierro enciende
a cosas profanas
algunas como los maleficios
otras semejantes a una maldición
el asunto es que oir el aire a traves de un purpura
o un violeta no nos da, sino seguridad
de que la nada, es más extensa
que el vacío en los
colores.
Y esa es la única condición para crear
en ellos.
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