viernes, 11 de agosto de 2017

Una Rendija






El hemisferio se filtra por una rendija.
Los animales siguen al mar con un numero indeterminado
de gradas.
En las embajadas los solsticios se impregnan de mantequilla
y una gruesa silaba.
En las uñas ha sido adherida una moneda.

La versiòn de un litro es urbana y al parecer
humana como una costra.
Entre los peldaños giran sabuesos y cachorros.
Tambièn galgos de madera.
El espejo de hollìn atraviesa ahora un paraje.
La ilusiòn es de arcilla y ello se debe a un triaje de
esoterismo y de latigo.
A una peninsula llena de dromedarios con màs de
tres cabezas.

Los tatuajes se secan pero no porque sabìamos que
acontecerìa.

Eventualmente una luna sumerge un nido en la arena
ante la cosmovisiòn de un pez que igual a un oràculo aguarda
en las dunas.

El hemisferio se filtra, pero ten la seguridad de que hay
otra chimenea. Una dimensiòn de carbòn para
cuando ya no existan oidos.

Una apariencia marcada por ladrillos.
Un rango posterior a la espuma que llega a ser el punto 
o la silueta.
El verano del anca.
El burro de anilina en la oraciòn o los destellos.

Destellos que como vicios ancestrales de una bestia.

Forman una cruz con los que huesos que nos
pertenecen en otro rostro.







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