martes, 1 de agosto de 2017
Los Galeones Rojos
Las andanadas se dirigen a un libro de sienes.
A una digestiòn.
A un metabolismo con espinas.
Entre los arcipestres y tallos hay una linea tomada
de otra manera por el esoterismo
pero ello sugiere un vagòn de magnesio. Un rotar
de alevines.
En la angustia se detalla el exodo de una moneda.
Faroles donde se oxida el invierno. Donde la lluvia
al llegar a las superficies, enmohece.
Latigos que doran el sol con tendencias y giros.
Gritos de escarcha en el hambre de una cadena
conducen estrellas y subversivos retratos de una
feria.
De una lupa con idolos.
De un periodo de sal trazado entre los
rastrillajes.
Formaciones de escalas en cada cronologìa
de limòn tocada por
la noche. Diarios escepticos de un dado
sobre los monopolios.
Sobre un rigor antediluviano propio de una grieta.
O un manantial partiendo de las escamas
hacia el aire.
Hacia en ballet de hojas entre simetrìas
o conjuntos de acidos boreales, sutgen las raices
de las cosas.
Igual que un lenguaje crispandose en
los tallos.
Los tallos alimentados por galeones rojos.
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