martes, 15 de agosto de 2017
El Otro Oceano
Es ancestral este paraiso.
Esta noción de la realidad con pocos elementos.
Aquellos navíos donde lo astral deriva
a lo maritimo con un tenedor.
Con una lapa.
Con una cimitarra boreal cifrada por un
periscopio.
Es lacrimógeno.
Antiguo como los surcos de la arena
donde una ola se dilata.
Donde una nuca se perfila.
Evanescente como una mandibula compuesta
de cigarras. De heraldos y comunicaciones
de iridio.
Allí las estaciones prolongan los números de los
árboles en todas las lenguas del universo.
En las peninsulas.
En el botin de una edad que cuelga sus manzanas
entre la lluvia.
Entre prolongaciones de equilibrios como por ejemplo
la espuma en la cresta de una ola
o los carbones apilados en una astrología; de aquellas que
llevan coeficientes y sobrenaturalmente
un tatuaje. Un hilo coloquial
lleno de banderas.
Pilones de exorcismo celeste en los dientes. Maquinas
de cera como el albedrío de una campana.
De las fabricas donde se comprende el idilio
de un cierto empirismo en el eter.
De una cierta cavidad en los rangos.
En el velo de una ola arrancada por el azul a
los piélagos.
Y con el que tú desesperadamente intentas
formar otro oceano.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario