lunes, 14 de agosto de 2017

Bajo las Crestas





Algunas apariencias revelan al final de un muro 
sus silabas.
De revelaciòn en revelaciòn van uniendo esas
silabas hasta habitar una palabra.

Algunas apariencias son castillos.
Dinastìas entre la espuma y la sangre llenas de 
sinagogas.
De templos donde un maleficio escupe 
o dialòga segùn las simetrìas.
En opiniòn de los bolidos -tambien opinan-
hay un sepulcro con rostro de caballo tejiendo
en esas simetrìas.

Tal sepulcro partiò de un apriorismo.

Diarios de cebollas hunden su pecho entre las
fortalezas y sobre crispaciones de nieve
un conjunto de aire se transforma
en oxigeno.

Nacen las puntas.
Se da origen a las pautas.
Los sabuesos se alimentan de las corolas en un
parque mientras los mitos reciclan
un pedazo de hambre
probablemente estètica.

La oraciòn se arrstra hacia el sol, pero ya no son
importantes los cabellos y las melenas que adquieren agujas
en los cementerios son suscintos paisajes de una gota.
Liricos estandartes a veces.

Algunas apariencias conducen la eternidad por
las flores.
Entre los leones el verso es una verbaciòn con
ilimitados fragmentos.
Los artificios se dirigen a los astros con un trote
umbilical propio de una mandarina.

Las agujas danzan en los ofertorios
con una tesitura hecha de àrboles.

Las manzanas vuelven a contarnos una extraña versiòn
del paraiso.

Y bajo las crestas seres teñidos de barro vuelven 
a creer en ellas.





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