martes, 1 de agosto de 2017

Himno de Plastilina





La luna entre taciturnos astros o de todas maneras
el epitafio de una corola en una dimensiòn donde trotan 
los caballos hasta llegar a uno de los cirulos de la
arena.

-¿era acaso el ùnico?-

O era acaso la tensiòn con una amapola. El valle 
abierto por extrañas latitudes?
Por extrañas verticales donde vivia la tarde ebrìa de
centauros?

Y màs alla un abanico. Un santuario donde inhalaba
el precipicio el espìritu de escoltas amarillas, entre
sordidos columpios de plomo y avenidas que encallaban
sobre hordas.

Y los astros alrededor de un juguete.
Los astros suspendidos por la ambiciòn y las sombras
Por los polinomios en el aceite y los rehenes azules
encerrados en los poliedros.

La luna. Todo el celeste apagado en ella que 
logrò ser premonitorio. Encerrado en una calle de molinos.
Disputando al ser un teatro de inutiles alquimias.
Tomando de la lluvia horizontes tras horizontes
de elasticos.

Como lo hace la goma.

Como lo hace un himno de plastilina esta mañana.










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