miércoles, 23 de agosto de 2017
El Otro Espejo
De què otro fruto.
Cùal serà el otro espejo al final de esta calle.
Cùal de todos los obeliscos.
Cùal de todas las avenidas donde dios igual que el hombre
se sujeta o pide un testimonio.
Una gravedad.
Una redondez clasica y semejante a las uvas.
Una cualidad de extrañas esferas donde la imagen
quisiera formar una parabola màs no puede.
De què clase de pàjaro o rehen sacrificando un bolero.
Un muro de escarcha sujeto a los decimales.
A los compuestos del soplo.
A las bolicheras que nos quedan.
En què otro dìa con su propio dequeismo.
En que caleta residual o vidriosa.
Llena de tempanos con civilizaciones de sombras
en sus puñales.
Con su sujeto tacito o magnetico derivando hacia los
polinomios.
Hacia las sienes con trasciendas.
A la exegesis que declina o crea un vertigo debido a
las andanadas.
A las tesituras donde nos rebasan los pianos o los
sueños.
Las filarmonicas del trueno.
La ira del purpura-violeta con tejidos de sobresaltos
-como -los que supongo- debe poseer
una raìz.
Un triàngulo o una botella.
Un escalpelo de implicitos juramentos en las carne.
En la indiferencia o el desprecio con
que el mar nos espera.
En la tarde a tarde de los hilos-gramòfonos.
Junto a una orbita mistificada.
O esoterizada por la luna.
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