Diario Ontològico del Lenguaje

Sì. Sosten el agua.
Estarà por muy poco tiempo en las manos.
Tal vez puedas formar un circulo.
El diario de una cabellera.
Toma el perimetro y la caspa.
El dòn del amatista sobre el aluminio.
Sobre un densiometro de escamas sin pelìcanos
surcando ontologìas.
O una sentimental borrasca igual a las galerias
de un hormiguero en el lago.
Tiene que ser en medio de un lago porque asi
jamàs tendrà sentido.

Suspende el eco.
El vilo.
La corriente de girasoles pronunciando un nombre.
Una superficie baltica.
Un lirio donde se esconden una ciruela y la
crisolita da origen al ambar
pero del lado del granizo.

O mira el mar.
El muelle ya sin matrices ni correligionarios.
El muelle apodictico o maltrecho.
Politico desde toda astrofisica.
Descuidado en las puntas o la visiòn que el trigo
toma de los bucles, en un cofre
ebrio de cintas ajadas 
y planetarios.

Sì. Escolta el agua.
La soledad sin freno del amor.
Los palacios que estàn hechos de bolicheras
y orbitas por las cuales los dinosaurios
escriben a los arcipestres
cosas que se asemejan a las cascaras
y las revoluciones.

Toma el ancla.
El pubis hiperbolico de las coronas.
Baja del supuesto.
Cita a la adrenalina entre la multitud.
Inclina una moneda a la arcilla bajo la mirada 
de los emperdibles.

Ten la seguridad de que todos los alfiles
del universo observan en secreto.