jueves, 3 de agosto de 2017

El Mar





Luego el mar.
El silencioso tiempo de la arena que desaparece entre
los tejidos de la orilla.
La llegada a un universo que alguna vez se agitò entre
la nieve. 
Imagino ese tiempo en que los continentes formaban una
placa. Asi fue en alguna especie de principio.

El mar.
Con sus peciolos al borde de los màstiles.
Recogiendo a cada instante mitografìas de las olas.

Los navìos en èl llenos de peces y coreografìas 
transparentes de espuma.
Las superficies donde el sol inundaba de destellos alguna
mañana esbozada o enarbolada por
un puerto.
Por un muelle lleno de rituales.
Pintando una visiòn en el infinito de verde.
Una semejante a la creaciòn quizà.
Proyectandose al sueño como un horizonte o un fantasìa.
Cayendo en la brisa igual que un 
espectro.

El mar con sus pàjaros y sìmbolos.
Con sus escaleras de agua y daguerrotipos de aceite.
Con su inocencia purpura en la cima
de sus selvas.

Mientras los hombres buscan puntos de agua en las
manos.

Semejantes a idolos de arcilla debajo de la
inspiraciòn.





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