lunes, 3 de febrero de 2014

Poema







Como la caida del limòn
en el estuario del paraje.

O la toma de una frecuencia en
un mitòn, asediado por
izajes, semejantes una existencia 
equinoccial o simultanea.

Cuando la organizaciòn de un husar
ejercita ante la arena
las poleas del metal y una llave
antecede a la muralla donde
asciende un labio
sin su palabra ni boca. Cuando 
preguntas què lirio hay que
abrir por la noche.

En un còmo. O las estrellas
derramando a sirio como un relente
que torna a la ilusiòn con
el dibujo que no tomaràs
de este parque y ello
encrudecerà en los 
espejos sobre 
consignas 
empinandose a la razòn 
sin una lirica.

En este momento puedo
desconocerla.

Tomar su juramento personal.

Y recorrer su vida como
un juramento que llegarà para
alimentarme de niebla.

Asi alguna vez lo hizo un
otoño.



Guillermo paredes mattos

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