viernes, 14 de febrero de 2014

La Mirada del Crepùsculo






Al despertar el primer conocimiento es
el aura.

El trance de dianoìa en los parpados.

Al despertar todo es desesperadamente 
sagrado; el cefiro ha arrancado la nieve de
la tierra dejando ver la hierba.

En los embarcaderos un corazòn deja a otro:
los dos sumergidos en un cisne.

Nada està cubierto por mi vida ahora.

Las cosas estàn desnudas como si se
tratase de una leyenda en las palabras.

Todo recoge sus legañas para alimentarse.

El hombre deja atràs solsticios y perihelios.

Nos entregamos a la sed
desde el mercurio.

Desde el silo de venus.

Una lampara es el objeto del buscando en
el horizonte.

Es el momento en que el horizonte llama a
las cosas.

Yo no conozco ese llamado.

Y sòlo puedo ver el crepùsculo.




Guillermo paredes mattos

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