viernes, 7 de febrero de 2014
La Desiluciòn del Lirismo
La ilusiòn, el ave, la fabrica del dibujo en
el espejo cercana al fresno. Allì una
peninsula de gamos; la concentraciòn
de una rueda tras el pàramo. El dios de
aceite en una cadena y bajo sismos una
sinuosidad de relentes evoca la curva
de una despedida en un nicho-soliloquio.
Arcana era la brida de la plastilina;
epistolario de ubres en un sortilegio
descubierto en radas como lo citadino
o el presagio: Ya mirabamos en el oràculo
como fuentes que aguardaban desde
el hemisferio la caida del agua.
Libidos y ciertvos se encontraban con
nebulosas de plantigrados, el oso-piel
del matadero tenìa juramentos de alas
como la andanada y entre estilizaciones
de gnosis volviamos a demostrarlas
en una tradiciòn olvidada en el atomo.
Pero ello es ya conocimiento. Un lienzo
por el que anduvimos con un cine en la
mano, con una pelicula de agujas, con
la presiòn de haber soñado todo: sòlo
para volver al genesis de la nada.
Guillermo paredes mattos
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