miércoles, 19 de febrero de 2014
Gramaticalidad del Suicida
Es tarde como en los grandes paquidermos
que no fueron antediluvianos. Tarde en el
pezòn prehistorico. En la antorcha derivando
hacia la movilizaciòn del corchete en un orar
desconocido -como el de una oraciòn en el
texto- La oraciòn;es necesario decirlo porque
puede ser tambièn la sentencia. Y a veces lo es.
Y aunque la sentencia estè conectada un poco
màs a soledades como el enigma, este dìa
miercoles va dejando un grafitti en mi polo o
en el asteroide con preguntas paralelamente
a la nociòn de un elemento. La nociòn; el
elemento, deberìa detener toda inscripciòn
que lexicograficamente caiga de puntas
en esta estaciòn sin motivaciòn y sin vagones.
Y deberìa, tener una reminiscencia literal
para sentarme en los acantilados. Un sobre
donde vadean alquileres y pelicanos, Una
bandera situada al borde los precipicios
porque son estos los que ven a eso llamado
personalidad caer por piedras y polvo.
Yo creo que en ella tambièn se aleja un
temperamento, un articulo de fiebre que
no podremos transcribir con elementos
gramaticales a una pàgina.
Sì debe ser muy triste. Muy irònico.
Pero eso es lo que hacen - entre otras
cosas- los suicidas.
Quitarle toda la gramatologìa a su ser
cuando mueren.
Tambipen lo hacen los heraldos -cabe la posibilidad-
y su llamado temperamento y personalidad
que miro ahora caer por los àrboles.
Guillermo paredes
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