Sofismas Industriales

La estructura de un mosaico es de hielo.
-tambièn la de un zocalo-
He caminado hacia ella con una axiologìa 
en los hombros.
-en mis hombros se encuentran tambièn 
antilopes-
Mi alrededor es -como se supone- la visiòn 
de algunas
paradojas y miles de abecedarios.

Me apuro en llegar al centro de esta ciudad
donde se rozan ceremonias de satèlites.
Trazo un cono 
en mis dientes para llegar. Trazo un plano de 
ilusiòn
y edades marchitas como el porvenir del 
silencio
en una bacilica cotejada por osos
y colonias.

Fieles salivas de hierro sobre los almanaques 
esbozan el tiempo de otras quimeras.
-hasta la llegada a este instante tan sòlo 
lo intuìa-
Purpuras torres donde animales de sodio 
inundan
los cometas con sus ojos vacìos.

Genealogìas de suburbios con tenazas de 
anis.
Espeleologìas al final de un suburbio con 
dagas de
incienzo plantando en la gravedad
una silueta.

Palabras donde veìa el significado del iris
y la bahìa.
Dones de la espina en un callejòn de arena 
doblandose
en la intensidad de los platanos.

Algo pronnciandose en el cefiro
cubriendo la adrenalina de psicodelias e
incandescencias.

Algo semejante a los papiros de un astro
entre mediterraneos alfileres 
contrastando con un oleo
de dialectica
o en su defecto una pàgina de 
azufre
donde los escarabajos
muerden sus primeros planos.

La estructura del mosaico es de hielo.
De antarticos ingenieros con teorìas
simètricas.
Con industriales sofismas entre
eventos de licra.

Todo esto -claro està- un segundo antes
de la llegada del hidrògeno.