martes, 13 de junio de 2017
Fijado Por el Albedrìo
Entonces la idea es la misma.
Màs allà de los plasticos. De los capitulos.
De las constelaciones.
De los faroles al pie de los cabellos donde los
dìas forman conjuntos y descienden hasta un
almanaque fijados no
por la realidad sino por el hombre.
Por el albedrìo.
Por las referencias a travès de la noche de
que aquello que se convierte en cenizas en el dìa en
el pavimento es lo que queda de la existencia,
màs no de la vida.
Luces de escarcha donde las conchas sobreviven
con una imitaciòn de fosforo.
Magnitudes de espejos hacia el sur con un
meteoro donde los espirales evocan el poniente
en el infinito de sus orbitas.
Algunas cascaras contiguas a lo inasible.
Algunos muelles donde el desdecimiento es
llevado por el hollìn a un cine.
A un poligrafo.
A una nave hecha nada màs que de dientes.
Pero. Entonces la idea es la misma?
Depende de què se trate.
Màs allà de los plasticos podrìa caber un molino.
Una duraciòn diferente de la gravedad.
Una caracteristica del adjetivo que escupe sin
darnos cuenta sobre toda antonomasia.
Un animal azul recogiendo cofres.
Diarios de poèticas donde las fronteras
presionan un limite. Un fractal. El itinerario
de una escencia que desarrolla un eco.
Una sociedad. Una civilizaciòn y una polìtica
con entrañas de ambar demàgogico
que resultaba ser un cuello de plata entre el
granizo.
Entonces la idea es la misma.
Y para que ello continuè de esa manera.
Jamàs alguno de nosotros llegarà a ella.
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