viernes, 30 de junio de 2017

Ciclopes





Sè que la sed es algo que se encuentra en relaciòn 
con el agua.
Que el algebra no es un producto colonial.
Tampoco mediterranea ni dramàtico.
El algebra es -por decirlo- una sintetica fabrica de la
razòn a donde -entre otras cosas- van a parar los
poligonos.

Luego.
Existiò una regiòn donde las brùjulas se extasiaban
al pensar en la direcciòn de los polos.
Una regiòn donde una de las coherencias llegaba del
viento.
Otra lo hacìa de los helices.
En ese tiempo nadie sabìa que iba a hacer una vez
llegado al horizonte.
Todos tenìan la esperanza de habitarlo.

Con el tiempo se revelo que esa esperanza se
cumplirìa nunca. No sè porque pero asi nacieron los
dados.
Los equilibrios al cual fueron llegando los hombres
desde esas orillas donde siempre se mira el horizonte.
Tambièn nacieron las selvas.
Los perdigones y los perdigonazos.
Centenares de eventos de espuma en las crestas de
las olas; llegamos a ellos con la mirada.

Sè que la sed.
Nuestra sed. La de las algas.
La de la contusiòn y el pecho. La del cuchillo en
la boca con una mandarina.
Aquella en la cual la ternidad se llenaba
de ciclopes.

Para evitar asi la parte izquierda o derecha de
la realidad.







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