jueves, 1 de junio de 2017
Conversiòn del Pan
Señor yo he sido un loco. En eso estoy contigo de acuerdo.
Nunca supe què estela tomar de las millones que tocaban
esta puerta, asi que tomè todas.
Vì palacios en el rostro de aquellos que dormìan. Palacios
convirtiendose en millones de pàjaros.
Escapè de tu pensamiento con una brizna en las manos
y un gallinazo azul en mi boca.
Señor yo he sido un loco, pero te pido que me ayudes a
olvidar mis dequeimos. A ser màs consecuentes con la miseria
que hay en todas las palabras. En todas las figuras.
Llevame por todos los capitulos que sobreviven en ellas.
Llevame por las teorìas del universo donde se calan
apocopes y oficinas. Dame un telèfono para poder responder
a alguien como lo hace el mundo entero por las calles.
Dèjame jamàs encontrar un estilo. Por sobre todas las cosas
señor librame de ello.
Yo soy un hombre que casi nunca te pidiò nada y cuando
lo hice tù ya lo habàs entregado a los otros. Està bien
reconozco que fue por tantas cosas.
Dame un parpado nuevo. Una nueva mejilla. Un par
de zapatos para que nadie me reproche el hecho de no
poseerlos.
Deja pasar sin documentos al rinoceronte que ha esperado
llegar a mi casa. El aguarda en las entradas de la ciudad
resguardado por los policìas.
Dejame respirar lo suficiente como para llegar al oxigeno.
A los dirigibles que son verdaderos.
No mehagas altisonante como el polen y los epiteleos.
Que aprenda a escribir como la aguja en un dedal.
O como la joroba de un camello en el desierto.
Allì entre als dunas estàn las cicatrices de sus multiplicaciones.
Hazme empirico-inmediato para alcanzar las bacilicas.
Los enlaces de una linterna cuando atraviesa el agua.
Dame un pan que tenga muchos dìas para arrojarlo a los
cielos.
Estoy convencido que la atmosfera es la ùnica que puede
convertirlo en piedra.
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