miércoles, 28 de junio de 2017
El Mar de Alfileres
En un punto se encuentra el origen.
Semejante al fragmento perpendicular de una axila.
Al movimiento radical de una encìa.
Los platos se hallan en ese origen cultivando
osos. Todos sabemos que los osos no pueden ser cultivados.
A lo sumo los osos pueden ser vistos en los zoologicos
o en esas atmosferas -valga la redundancia radicales-
donde viven con supuesta naturalidad.
En un punto se encuentra el perimetro y el reguero.
La inteligencia de una pantera con el lenguaje de
una cadeneta.
El brazalete rodeado por las flautas de un enigmatico
futuro en la luna. Donde alguna vez -cuando todos
los recursos sobre la tierra se hayan acabado-
iremos a vivir seguramente.
Pero hasta ese entonces recorreremos muchos
molinos. Para ese dìa centenares de naves en el cielo
habràn estallado antes de llegar a ella.
Para ese dìa nos habremos alimentado de
millones de helices y muchos hombres diràn que
son felices sobre la tierra con un hilo de goma en
sus sienes.
Ya los niños nos daràn definiciones de
de las abejas y reencarnaciones.
El polen divisarà una escayola.
Una andanada inutil de manantiales.
De borceguìes azules donde un eclipse supera
al caos entre condiciones poco imaginables.
En un punto se encuentra el origen Seguidamente
un escenario de leche
es un monitor pronunciando nombres muy cerca de
una alambrada donde ya siglos antes
los escalofrìos dibujaron conjuntos de raices amarillas.
Conjuntos con epilogos de catalogos ebrios
de espinas.
De oceanos completos de alfileres.
Donde jamàs encontraron la manera de llegar a la
orilla los peces.
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